Guía para empresas, instituciones y grandes consumidores de energía

Instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos en una empresa, campus universitario o edificio institucional es una decisión estratégica que requiere planificación técnica. Más allá del equipamiento, el éxito del proyecto depende en gran medida de una evaluación energética para puntos de recarga previa que determine la viabilidad de la instalación, su escalabilidad y su integración con la infraestructura eléctrica existente.

En KIRENERGY, acompañamos a nuestros clientes desde el inicio, realizando una auditoría energética completa que permite anticiparse a posibles limitaciones, optimizar recursos y garantizar una ejecución eficiente y segura.

¿Qué es una evaluación energética para puntos de recarga?

La evaluación energética es un proceso técnico que tiene como objetivo analizar si un edificio o conjunto de instalaciones cuenta con la capacidad eléctrica suficiente para soportar la carga adicional que supondrán los nuevos puntos de recarga para vehículos eléctricos.

Este análisis, esencial para evitar retrasos o costes imprevistos, contempla no solo el consumo actual, sino también los requerimientos futuros y las oportunidades de mejora global en eficiencia energética. Su finalidad es construir un plan energético realista y escalable.

Paso 1: Análisis del consumo histórico

El primer paso consiste en recopilar los datos de consumo eléctrico de los últimos 12 meses. Se analizan las facturas eléctricas, los patrones de uso energético, los picos de demanda y la estacionalidad del consumo.

Este diagnóstico inicial permite establecer una línea base energética sobre la que calcular la capacidad disponible y los márgenes operativos. Es especialmente relevante en instalaciones con consumo variable (oficinas, centros logísticos, instalaciones deportivas o educativas), donde la demanda fluctúa por horarios o estacionalidad.

Contar con esta visión histórica es fundamental para prever correctamente cómo se comportará la instalación eléctrica cuando se añadan nuevos puntos de recarga.

Paso 2: Cálculo de la carga adicional prevista

Una vez conocida la situación de partida, se calcula la carga eléctrica adicional que supondrán los puntos de recarga. Esto incluye:

  • Número total de equipos previstos (actuales y futuros)
  • Potencia nominal de cada punto de recarga (monofásico/trifásico, carga rápida, etc.)
  • Perfil de uso (carga simultánea o rotativa)
  • Tiempo medio de recarga diario estimado

Este paso permite dimensionar correctamente el sistema y evitar el sobredimensionamiento o, peor aún, la infrautilización por falta de capacidad. También es clave para diseñar una solución escalable si se prevé aumentar el número de puntos en el futuro (por ejemplo, para flotas eléctricas empresariales o servicios públicos de movilidad).

Paso 3: Evaluación de la infraestructura eléctrica existente

Aquí se analiza en detalle la infraestructura eléctrica de la instalación: cuadros eléctricos, secciones de cableado, protecciones, transformadores, líneas de alimentación y capacidad contratada.

Se responde a una pregunta esencial:
¿Puede la instalación actual soportar la nueva carga eléctrica sin modificaciones estructurales?

Si la respuesta es no, será necesario planificar medidas correctivas, como:

  • Reestructuración de líneas internas
  • Ampliación de potencia contratada
  • Sustitución o refuerzo de transformadores
  • Adaptación del sistema de protecciones y cuadros secundarios

Este paso suele ser el más sensible, ya que puede influir en el presupuesto y los plazos del proyecto. Sin embargo, abordarlo de forma proactiva permite evitar sorpresas técnicas o legales en etapas posteriores.

Paso 4: Planificación de ampliaciones y mejoras futuras

Cuando la instalación existente no es suficiente o se desea garantizar la escalabilidad, se estudian opciones como:

  • Incorporación de nuevos servicios eléctricos (líneas adicionales)
  • Instalación de transformadores dedicados a los puntos de recarga
  • Refuerzo de la acometida general del edificio
  • Rediseño de la arquitectura eléctrica para futuras fases del proyecto

Una buena planificación puede convertir una debilidad estructural en una oportunidad de mejora energética global. En muchos casos, los proveedores eléctricos están dispuestos a colaborar o asumir parte del coste si se demuestra un aumento sostenido de la demanda.

¿Qué pasa si se ignora el proceso de evaluación previa del punto de recarga?

Saltarse la evaluación energética puede acarrear consecuencias graves:

  • Sobrecarga de la instalación y cortes eléctricos
  • Imposibilidad de legalizar el sistema
  • Costes adicionales por ampliaciones no previstas

Retrasos en la ejecución o bloqueo del proyecto

Además, puede generar conflictos internos en organizaciones que requieren justificación técnica y económica para sus inversiones (por ejemplo, en compras públicas o presupuestos empresariales).

¿Cómo puede ayudarte Kienergy?

En KIRENERGY llevamos a cabo evaluaciones energéticas integrales que contemplan no solo los puntos de recarga, sino toda la infraestructura energética de tu organización. Contamos con ingenieros especializados y experiencia en tramitación con compañías eléctricas, lo que nos permite:

  • Intermediar con las utilities para obtener autorizaciones y ampliaciones
  • Identificar oportunidades de cofinanciación o mejora de tarifa
  • Proponer soluciones técnicas adaptadas y escalables
  • Diseñar una hoja de ruta energética alineada con tus objetivos ESG

Oportunidades de mejora energética

Una evaluación energética no es solo una herramienta de diagnóstico. También puede servir para detectar ineficiencias o integrar soluciones como:

  • Sustitución de iluminación por LED de bajo consumo
  • Instalación de sistemas fotovoltaicos para autoconsumo
  • Adaptación tarifaria a medida empresarial (por ejemplo, medida en baja tensión primaria)
  • Automatización de sistemas de climatización y consumo

Estas acciones pueden compensar parte del consumo adicional de los puntos de recarga y generar ahorros estructurales en la factura eléctrica.

Implementar puntos de recarga no es solo una decisión técnica: es una inversión estratégica en sostenibilidad, movilidad y eficiencia. Una evaluación energética profesional es la base sobre la que construir proyectos sólidos, escalables y sin sobresaltos.

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